En vista de que el mundo y sus
obligaciones están hechos para las personas que prefieren el día para realizar
sus actividades, las personas que madrugan son más felices y sanas que aquellas
que se inclinan por la noche.
Una de tantas divisiones que
puede aplicarse al género humano es la que se basa en la preferencia temporal
para realizar las actividades cotidianas: mientras que algunos se sienten mejor
realizando sus labores de día, otros encuentran en la noche las mejores horas
para sus actividades más importantes.
De acuerdo con un estudio llevado
a cabo por Renee Biss, de la Universidad de Toronto, la gente diurna es mucho
más feliz que la vespertina y la nocturna, especialmente en el caso de los
llamados adultos jóvenes.
En la investigación se estudiaron
dos poblaciones distintas: primero, un grupo de 435 personas de entre 17 y 38
años; por otro lado, 297 personas de entre 59 y 79 años. En ambos casos los
participantes contestaron preguntas sobre su estado emocional, su salud y su
preferencia por el “momento del día”.
Según los resultados, hacia los
60 años las personas prefieren la mañana y, en contraste, únicamente el 7% de
los adultos jóvenes se dijo madrugador, lo cual, por otra parte, se corresponde
con el 7% de ancianos que todavía acostumbran trasnochar
En cuanto a la relación de este
comportamiento con el estado emocional, Biss encontró que los adultos más
viejos manifestaron emociones mucho más positivas que los jóvenes, por lo cual,
concluye la investigadora, madrugar está asociado con una mayor felicidad en
ambos grupos de edad. Además de que, en términos generales, las personas
diurnas son mucho más saludables.
Biss aventura una explicación de
este fenómeno basada en el concepto de “jet lag social” del que también hace referencia la felicidad de una persona
estaría relacionada con las convenciones y las demandas sociales que casi en su
totalidad están pensadas para las personas que viven de día.
“Un persona del atardecer tal vez
viva su semana sintiéndose infeliz porque tiene que levantarse más temprano de
lo que quisiera”, dice Biss.
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